Hará unos 3 meses aproximadamente me cansé de tanto fumar. En ningún caso decidí dejarlo, o me preparé para una larga travesía del desierto andando del oasis de la abstinencia, al mar de dunas del síndrome que la precede. Simplemente ese día no compre tabaco. Simplemente no fumé ese día. Ni lo había previsto, ni tan siquiera era mi intención: prometo que fue sin querer. Pero han pasado meses desde entonces y aun no entiendo muy bien porque no he fumado de nuevo. Los primeros días esperaba enfrentarme a unas ganas desaforadas de retornar a mi vicio: pero sorprendentemente no me abordaron esas pulsiones. Aun hoy las espero. Como mucho unas sensaciones de flato y trabajo constante en mis pulmones,…